jueves, 20 de agosto de 2009

animalitos en la calle


Recièn venìa en bici como siempre, y hay cosas que me exasperan d lo lindo. Las bicicletas, las motos, los autos y peatones cada vez respetan menos las normas de trànsito. En principio venìa en la mano correcta y un pelotudo d gran hermano me pasa en bicicleta en contramano, como si nada. Luego llego a la arteria mas peligrosa del barrio;cruce d calles y avenida, mucho tràfico; y tuve que frenar ya que sino me trago a otro pelotudo que cruzaba mal. La bicicleta se enfrenta en la ciudad a una serie de faltas de respeto graves, a saber, los autos estacionados en doble fila impiden el paso, la gente que abre la puerta del coche sin mirar hacia atràs y que puede ocasionar que una bici se estrelle, los peatones que no saben cruzar la calle instalàndose a dos o tres metros del cordòn o cruzando en mitad de la cuadra, los camiones que estacionan en doble fila y descargan mercaderia, los que suben a su auto sin mirar,las atropelladas madres y sus cochecitos de bebe que ponen en riesgo la vida d sus hijos, las motos que no respetan semaforos salvo en arterias grandes, y hacen malabares metiendose por cualquier resquicio. Casi animalitos,( con perdòn de los animalitos), los motociclistas son una raza aparte,no tienen reglas, salvo la de su propia conveniencia, llegar ràpido vaya a saber adonde, se podria decir que llevan reparto, pero no son solo los mensajeros quienes pervierten el supuesto orden que deberia mantener el transito. Me pregunto, porque tanto apuro, porque tanta falta de respeto hacia todos. La ciudad se ha convertido en un caos, sìntoma bàsico de la falta de respeto en la que estamos sumergidos, el desinterès por el semejante y su suerte.Claro que a veces hay policìas que miran, pero no hacen nada, paraditos en la esquina, fumando o hablando por el celular ( algunos saben escribir y estan con los mensajitos d texto). No hay campañas de parte del estado que tiendan a solucionar este tema, a solucionar este desorden que cada vez parece mas natural.

jueves, 4 de junio de 2009

Ranchera ediciòn limitada

Encender un fòsforo no deja de ser una tarea simple, ordinaria, algo que se hace d manera habitual; y casi imperceptible pasa ante nuestros ojos el hecho de tomar un fòsforo o cerilla, rasparlo en la superficie adecuada y zàs, el fuego se hace presente. Cabe aclarar que encender un hermoso palito fosforado no es lo mismo que hacerlo con un vulgar encendedor, no se asemeja ni se compara el deleite sonoro que produce. Es indistinto si son hechos d madera o d papel encerado, a estos ùltimos se los conoce mas bien como cerillas, pero normalmente decimos en general fòsforos. Me encantan y tengo varias cajitas guardadas sin usar, y de vez en cuando las abro y observo la intacta belleza atesorada. Y ya que podria pensarse que soy un piromanìaco o algo parecido, pues digo que la verdad es que no, que mi gusto es limitado al objeto, que es simple y bello, y sinceramente cuando enciendo alguno, aparte del placer del pequeño estruendo inigualable, tambien siento un leve sufrimiento por su vida ya culminada, y me quedan en la mesada siempre algunos cuantos fòsforos ya exànimes que no puedo tirar al instante de ser usados. Inicio del dìa, estallido fugaz e inconfundible, y el agua en el fuego para hacer unos mates. Ultimamente estoy usando los ranchera ediciòn limitada, que encienden d una manera precisa, perfecta y suave y tienen como distintivo que son de madera con la cabeza azul ( acuerdense que los famosos ranchera eran chiquitos con papel encerado blancuzco, cabezoncitos y azules, venìan en cajitas chicas y hasta se podìan prender en el cordòn de la vereda o alguna pared rùstica). Entonces se agrega a la deliciosa costumbre de encender todos los dìas un fòsforo, la satisfacciòn de que sean bonitos y que su lumbre tenga unos delicados tonos naranjazulados tirando al verde.

viernes, 20 de marzo de 2009

mi fido di te

A pedido d algunas personas, y en especial d Jovanotti he decidido publicar este videìto en el que se puede apreciar mi dominio d la guitarra, del canto y d la lengua del dante. ( a quien quiera escucharlo, no olvidar pausar el reproductor d mùsica).

martes, 17 de marzo de 2009

san Pelotudo


Acerca del festejito de san Patricio:

Como es de pùblico conocimiento, poco a poco se han ido imponiendo pequeñas costumbrecitas en el àmbito porteño. Cosa que no estarìa mal si no pasase solo, como en el caso del 17 de marzo, d tomarse unas cervezas y no hacer mas bulla que esto. Pero cuando los medios entran en juego, cada año con mas intensidad, y repiten escenas de borrachos en los pubs del bajo, o hablan de san patricio como algo normal y no impuesto, es algo que llama la atenciòn. ¿Que tenemos que ver con el festejo de Saint Patrick?, ¿porquè nos inundan con halloween?,( que ya se celebra hace años en colegios pagos) ¿porquè algunos ya cuelgan un zoquete en època d navidad? ¿Porquè ya se festeja cada año mas el san valentìn? ¿Somos seres creados por los medios? ¿ O recreados por las necesidades del mercado? ¿Es la globalizaciòn que les conviene a las multinacionales? y lo aceptamos como si nada. En fin,,,no estarìa mal pensar un dìa de San Pelotudo para todos los argentinos que festejan pelotudeces.

domingo, 15 de febrero de 2009

quilmes stout y las peras persas.


Debo decir que jamàs me ha gustado la cerveza quilmes, la cristal o la que sea, ya que las siento ligeras como el agua. Tal vez la mas pasable para mi gusto sea la negra bock, pero este año, no sè desde cuando està en el mercado, he visto la stout. Habia tomado cervezas negras d irlanda o sudafrica muy buenas, o artesanales en patagonia, pesaditas y con sabor a cerveza. Asi es que siendo quilmes, digamos, teniendo en cuenta que no tienen demasiado cuerpo, la stout es algo mas pasable al paladar, no es una cerveza superior ni nada por el estilo, pero se la puede tomar. Lo cuestiòn es que abri una botellita mientras degustaba una peras persas, compradas en el super. Creo que la combinaciòn es perfecta, jamàs jamàs, se me hubiese ocurrido pensar que una fruta y una cerveza darìan en la tecla para lograr en el paladar un sabor tan agradable.